domingo, 15 de mayo de 2016

Enfermedades gastrointestinales en época de calor

   Cuando estamos en temporada de calor se incrementan las enfermedades del sistema digestivo. El calor acelera la descomposición de los alimentos y, por ende, la proliferación de microorganismos. Es necesario dedicar especial atención a personas vulnerables, como bebés, niños, así como personas de la tercera edad. 

Las enfermedades gastrointestinales son enfermedades que atacan el estómago y los intestinos, generalmente son ocasionadas por bacterias, parásitos, virus y algunos alimentos como leche y grasas, aunque también existen algunos medicamentos que las provocan. Dentro de los síntomas de dichas enfermedades está la diarrea y por consiguiente la deshidratación.




Las bacterias y virus que entran al organismo ocasionan infecciones como gastroenteritis, salmonelosis, tifoidea, cólera y enfermedad por rotavirus.


Estas enfermedades generalmente se manifiestan con fiebre, dolor estomacal o abdominal, náuseas, vómito, diarrea, estreñimiento y deshidratación. Por ello, ante la presencia de algunos de estos síntomas, es importante acudir a consulta médica para recibir el diagnóstico y tratamiento oportunos.



Recomendaciones para evitarlas.

Para evitar las enfermedades gastrointestinales, es recomendable no comer en la calle, lavarte las manos antes de comer y después de ir al baño, desinfectar frutas y verduras antes de comerlas, así como tomar agua hervida o embotellada. 




Otras recomendaciones son:

- Lave tinacos y cisternas, al menos, cada seis meses.

- Procure el uso de ventiladores y aire acondicionado, donde sea posible.

- Disponga adecuadamente los desechos, sobre todo los orgánicos.

- Procure consumir mariscos bien fritos o cocidos y preparados bajo condiciones higiénicas adecuadas.

- Evitar consumir alimentos crudos.

- Los alimentos se deben consumir en el menor tiempo posible y evitar guardarlos por periodos prolongados en el refrigerador.





Fuente

http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/enfermedades-gastrointestinales

http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201603/038

Corpus Christi





Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.

La celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés.

Origen de la fiesta de Corpus Christi

La fiesta surgió en la Edad Media, cuando la religiosa Juliana de Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Así, se celebra por primera vez en 1246 en la Diócesis de Lieja (Bélgica).


En el año 1263, mientras un sacerdote celebraba la misa en la Iglesia de la localidad de Bolsena (Italia), al romper la hostia consagrada brotó sangre, según la tradición. Este hecho, muy difundido y celebrado, dio un impulso definitivo al establecimiento como fiesta litúrgica del Corpus Christi. Fue instituida el 8 de septiembre de 1264 por el Papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus hoc mundo. A Santo Tomás de Aquino se le encarga preparar los textos para el Oficio y Misa propia del día, que incluye himnos y secuencias, como Pange Lingua (y su parte final Tantum Ergo), Lauda Sion, Panis angelicus, Adoro te devote o Verbum Supernum Prodiens.

Procesión en Corpus Christi

Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión.  La procesión con el Santísimo consiste en hacer un homenaje agradecido, público y multitudinario de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Se acostumbra sacar en procesión al Santísimo Sacramento por las calles y las plazas o dentro de la parroquia o Iglesia, para afirmar el misterio del Dios con nosotros en la Eucaristía.



Tradiciones en México- el origen de las mulas  y los tapetes de flores.


Esta fiesta tradicional data del año 1526. Se acostumbra rendir culto al Santísimo Sacramento en la Catedral de México. El centro de la festividad era la celebración solemne de la Misa, seguida de una imponente procesión que partía del Zócalo, en la que la Sagrada Eucaristía, portada por el arzobispo bajo palio, era escoltada por autoridades virreinales, cabildo, cofradías, ejército, clero y pueblo. 

Los campesinos traían en sus mulas algunos frutos de sus cosechas para ofrecérselas a Dios como señal de agradecimiento. 

Cuentan que un hombre, llamado Ignacio, tenía dudas acerca de su vocación sacerdotal y un jueves de Corpus le pidió a Jesucristo que le enviara una señal. Al Pasar el Santísimo Sacramento frente a Ignacio en la procesión, Ignacio pensó: "Si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían" y, en ese mismo instante, la mula del hombre se arrodilló. Ignacio interpretó esto como señal y entregó su vida a Dios en el sacerdocio y se dedicó para siempre a transmitir a los demás las riquezas de la Eucaristía.

Así fue como surgieron las mulitas elaboradas con hojas de plátano secas con pequeños guacales de dulces de coco o de frutas, de diversos tamaños.





Ponerse una mulita en la solapa o comprar una mulita para adornar la casa, significa que, al igual que la mula de Ignacio, nos arrodillamos ante la Eucaristía, reconociendo en ella la presencia de Dios.

También en México existe la costumbre de hacer tapetes de flores, que tiene su origen, quizás en el siglo XIV, al sembrar el camino de la procesión del Corpus Christi con retamas, romero, espliego, murta o pétalos de flores (rosas y claveles en especial), costumbre que evolucionaría, sin duda, hacia las verdaderas alfombras de flores, tierras coloreadas, aserrín u otros materiales. 





Referencias:

https://es.wikipedia.org/wiki/Corpus_Christi

http://es.catholic.net/op/articulos/1342/cat/725/jueves-de-corpus-christi.html

lunes, 9 de mayo de 2016

La maternidad no es perfección



     La sociedad moderna se ha puesto un tanto exigente con las madres: deben ser las “coach” de sus hijos, las mejores esposas, también competentes y brillantes en sus puestos laborales y en las tareas de la casa, deben verse arregladas, bonitas… en fin, ser las mamás perfectas. ¿Tu eres una mamá perfecta o una mamá feliz?

 Todas estas condiciones han hecho que las mujeres se vuelvan inseguras en cuanto a sus capacidades de ser madre y han olvidando la esencia natural y femenina que fluye cuando a su cuidado se encuentra un pequeño ser. Esto también ha llevado a causar un gran temor a las que aún no se han decidido a ser madres.

                         

No hay que olvidar que “La maternidad no es perfección”:

La idea de la perfección debiera asegurar la crianza de hijos sanos y felices. Sin embargo, quien piensa que un rol de madre casi perfecta garantiza un buen desarrollo, está en un error. Una mamá que busca la perfección pretende que no haya conflictos. Su ausencia les quita a los hijos la oportunidad de desarrollar recursos para sentirse fuertes, capaces y seguros ante una crisis de cualquier magnitud.

Lo que debería ser algo normal se ha convertido en un juego de decisiones, depresiones, postergaciones, sacrificios mal entendidos, entre otros tantos dramas, que nos han hecho pensar que la mujer no está hecha para ser madre de buenas a primeras y que si no somos súper archi perfectas –bajo nuestra propia escala de valores, claro está— nuestros hijos nos odiarán y serán pequeños monstruos infelices. Y así empezamos este calvario de amor que nos carga de culpas y cuestionamientos, además de tareas agotadoras para alcanzar esta utópica perfección.

No debemos olvidar jamás el potente vínculo natural que existe entre una madre y su hijo, ni obviar que la maternidad es un DON que viene cargado de sabiduría, fortaleza e intuición, que todas las madres, adoptivas o biológicas, lo poseen sin excepción alguna.

Así que el gran consejo para las madres es no echarse culpas, ni menospreciar su rol; mejor las invitamos a aceptar sus fortalezas y debilidades, y trabajar por ser mejor pero sin perder de vista lo más importante: no tienes que ser perfecta para que tus hijos te quieran.

Por consiguiente, date el permiso de sentir cansancio, o aceptar que has tenido un mal día, o que te has equivocado, pero sobre todo date el permiso de ¡¡¡SER UNA MAMÁ FELIZ!!! 
   
                            


Referencias: 

http://lafamilia.info/index.php/mama-no-tienes-que-ser-perfecta-te-queremos-como-eres

https://familias.com/3628/ser%20padres/para-ti-que-te-sientes-culpable-de-no-ser-la-mama-perfecta

http://www.bbmundo.com/mamasypapas/familia/por-que-no-tienes-que-ser-una-mama-perfecta/