Cada inicio de año se nos da la oportunidad de revisar la vida
que llevamos y plantearnos mejoras en todos los aspectos; uno de ellos, el
familiar. Para ello compartimos estos diez propósitos que ha elaborado el autor
Marco Antonio Guizar para iniciar este nuevo ciclo con miras a la vida
familiar.
1. Disponibilidad
Consiste en dedicar tiempo a atender a nuestros hijos y
esposo(a ). Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de "este tema ya
lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño". Hay que estar
disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el
otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado. Recordemos que nuestros
padres, al morir, sólo nos dejan realmente el tiempo que pasaron con nosotros. Demos tiempo al otro.
2. Comunicación entre padres e hijos
Que los padres hablen menos y escuchen más. En muchas familias,
cuando un padre o madre dice "hijo, tenemos que hablar", el joven
piensa "uy, malo, malo". ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando
dicen "tenemos que hablar" quieren decir "te voy a soltar un
discurso por algo tuyo que no me ha gustado". Esto cambiaría si los padres
se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar.
Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo
activo. Hay que soltar el periódico, quitar el volumen de la televisión, girar la cabeza
hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha
activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.
3. Coherencia en los padres, autoexigencia en los hijos
Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es
una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá:
"eh tu, ayuda a mamá a quitar la mesa". Hay que dar ejemplo primero. Ser un
progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo.
4. Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con
el cónyuge
Estos tres factores son útiles para la autoestima familiar. La
rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto
clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se
contagiará a toda la familia. Las mejores horas deben ser para compartir con el
esposo o esposa.
Ser papá o mamá no debe hacernos olvidar que somos "tú y
yo, nosotros". Creatividad e iniciativa protegen a la pareja de la
rutina. Si la
pareja va bien, los hijos aprenden su "educación sentimental"
simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se
halagan, se alaban, son cómplices. "Cuando sea mayor trataré a mi mujer
como papá a mamá", piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.
5. Aceptar nuestras limitaciones y las de los nuestros
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge,
las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia,
no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos,
comparando a un hermano "bueno" con uno "malo". Eso hace
sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.
6. Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona
Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando
"campeón" a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un
partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la
frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber que somos buenos en unas cosas y no en otras. "Hijo, pareces bueno en A y
en B, pero creo que C no es lo tuyo". Reafirmemos al otro en lo que vale,
y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.
7. Estimular la autoestima personal
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es
importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer
cosas buenas nos hace buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía
personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.
8. Diseñar un proyecto personal
No irás muy lejos si no sabes a dónde quieres ir. Quedarte
quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un
proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los
proyectos de los tuyos.
9. Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista
Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos
alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos
conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y
recursos.
10. Elijamos buenos amigos y amigas
Necesitamos más que nunca grandes y buenos amigos, con los que compartir
muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te
apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien
lo mejor en ti. Seleccionar amigos así para ti y para los tuyos es la mejor
inversión.
“Estos principios se pueden aplicar siempre en la familia, pero
el inicio de año es una buena excusa para repasarlos y hacer propósito de
mejorar en ellos”. Puntualiza el autor.
Autor: Marco Antonio Guizar
Fuente: Religión
En Libertad y lafamilia.info (http://lafamilia.info/index.php/valores/familia-y-valores/145-valores/familia-y-valores/1795-10-propositos-familiares-para-este-nuevo-ano)
Foto: Creative commons images
No hay comentarios.:
Publicar un comentario