sábado, 23 de enero de 2016

Lectores en edad escolar

Escuchar y aprender

Desde el kinder hasta los primeros años de primaria, la capacidad de lectura de un niño crece a pasos agigantados. Si bien los maestros brindan gran ayuda, los padres siguen cumpliendo un papel muy importante en el desarrollo de la lectura de su hij@.
Los niños que están comenzando a aprender a leer incorporan más información escuchando la lectura de un libro en voz alta que leyéndolo por su cuenta. Esto es especialmente cierto en lo que respecta al desarrollo del vocabulario: los niños aprenderán mucho más sobre el significado de las palabras escuchando la lectura de un libro en voz alta y hablando sobre las nuevas palabras con sus padres que leyendo por su cuenta.
A medida que mejoran las habilidades de lectura de su hij@, este comenzará a leer por su cuenta. Sin embargo, esto no significa que deba dejar de leerle. Leer juntos en voz alta puede ayudar a ampliar el vocabulario, a mejorar las habilidades de lectura y a promover un sentido de intimidad entre usted y su hij@. Fomente charlas sobre los personajes y comparta su reacción a los libros para ayudar a reforzar la conexión entre lo que lee y la vida cotidiana.
Si en cualquier momento tiene inquietudes sobre el nivel de lectura de su hij@, hable con el maestro de su hij@, con su consejero de la escuela y con su médico. Es posible que los niños que no muestren un progreso adecuado en la lectura padezcan un trastorno de lectura, como dislexia. La mayoría de los niños pueden convertirse en lectores si cuentan con la asistencia educativa indicada, pero identificar el problema y abordarlo de manera temprana dará los mejores resultados.

¿Qué se puede leer?

A medida que su hij@ se convierta en un lector más seguro, siga presentándole una amplia gama de libros. Si se trata de leer en voz alta, busque dos tipos de libros: los que su hij@ puede leer por su cuenta y aquellos que están fuera de su nivel actual de lectura independiente. Gracias a esta combinación, su hij@ puede releer algunos de estos libros por su cuenta, mientras que usted deberá leer (o al menos ayudar a leer) los más complicados, que le permitirán a su hij@ disfrutar de una historia más sofisticada y aprender palabras nuevas.
Al momento de elegir libros, tenga como referencia principal los intereses de su hij@. ¿Deportes?, ¿música?, ¿dinosaurios?, ¿princesas?... Busque libros sobre temas que sabe que a su hij@ le interesan y libros que se relacionen con estos temas.
Otros tipos de libros que les pueden gustar a los niños son:
  • biografías de personas famosas
  • libros sobre niños que enfrentan desafíos
  • libros que contienen juegos de palabras
  • libros de misterio
  • libros de literatura fantástica o de ciencia ficción
Otra forma de captar el interés de su hij@ es eligiendo libros que tengan una conexión personal. Cuéntele cuáles eran los libros favoritos de su infancia y cuéntele porqué le gustan tanto. A los niños también les puede gustar leer las versiones para jóvenes de las revistas que usted lee.

¿Cuándo y cómo leer?

La agenda de un niño de edad escolar puede estar muy ajustada. Es posible que no tenga tiempo para sentarse a cenar porque tiene que pasar a buscar rápidamente a su hij@ por la clase de fútbol para llevarl@ a las clases de música. Pero si puede dedicar 30 minutos del día a leer con su hij@, ayudará a garantizar su éxito futuro en la lectura. Incluso si esto no fuera posible, recuerde que cualquier momento que le dedique a la lectura es mejor que nada.
Use las mismas estrategias que implementó cuando su hij@ era más pequeño: hable acerca de lo que lee antes, durante y después de la lectura y haga preguntas abiertas que alienten a su hij@ para que entable una conversación con usted. Lea de manera expresiva y con placer.
Pero a esta edad, es importante dejar que su hij@ le lea a usted. Pueden optar por turnarse para leer ("Tú lees una página, luego yo leo otra", etc.). Para ayudarlo a comprender las palabras menos conocidas, puede "practicarlas" con anterioridad pidiéndole a su hij@ que señale las palabras que usted dice en una página determinada o incluso en una línea específica del texto.
Si su hij@ se encuentra con una palabra que no conoce mientras lee, aliéntelo para que la saltee y siga leyendo el resto de la oración y, luego, piense qué palabra tendría sentido en ese contexto ("¿Qué piensas que quedaría bien en esta oración?"). No corrija todos los errores que comete su hij@, ya que esto sería frustrante para ambos. Si su hij@ parece sentirse desalentado o frustrado mientras lee, ofrézcale continuar con la lectura.

Dedicarle tiempo a la lectura

Leer en voz alta no es la única forma en que puede alentar a los niños para que lean. En la vida cotidiana se presentan muchas oportunidades, como pedirle a su hij@ que lea una receta mientras cocinan juntos. O si está jugando un juego nuevo, pídale a su hij@ que lea las instrucciones.
Puede incluir a los niños en la planificación de las vacaciones familiares pidiéndoles que lean los folletos o las revistas sobre un destino posible y resaltando lo que te interese.
Cuando use Internet, enséñele a sus hijos a que cuestionen y piensen de manera crítica sobre la información que encuentran en línea.

      A medida que su hij@ crece y pasa menos tiempo con usted, leer juntos puede seguir siendo una manera de conectarse con él a diario. Hablar sobre lo que leyó le permite conocer la imaginación de su hij@ y sus pensamientos sobre el mundo.


Fuente:

http://kidshealth.org

Artículo original revisado por: Carol A. Quick, EdD, 2013


Imágenes:

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